La Arquidiócesis de Yucatán dio a conocer un estricto protocolo con importantes cambios ajustados a la nueva realidad, los cuales deberán ser respetados, por efectos de la pandemia COVID-19. Esta información se da a conocer justamente a una semana de efectuarse dicha apertura, en un documento de nueve cuartillas con disposiciones para retomar las actividades católicas.
El documento “Orientaciones Litúrgicas para reanudar el Culto Religioso en Tiempo de Pandemia” emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano, suma nuevas necesidades en aspectos de aforo, actividades grupales y ceremonias de culto.
A partir del 15 de septiembre próximo será indispensable: utilizar el cubre bocas, lavarse constantemente las manos, llevar y distribuir gel antibacterial, observar una sana distancia, tanto en las filas de comunión como en los espacios distribuidos en las ceremonias religiosas.
Las iglesias tendrán un aforo de un 30 por ciento; únicamente las familias que acudan juntas podrán sentarse en una sola banca, hasta 4 personas.
Ante una celebración eucarística, participará el personal necesario de liturgia, coros, ministros extraordinarios, así́ como el equipo de higiene y desinfección.
Durante las ceremonias, se mantendrá el proceso litúrgico establecido, pero se evitarán saludos, abrazos y sentimientos afectivos.
La entrega de la comunión será guardando la sana distancia y entregando la comunión en la mano del feligrés. Además de que se mantiene el precepto de no asistencia de adultos mayores, personas con discapacidad o que, por razones de enfermedades, tengan que guardar su permanencia en casa.
De la misma forma, los sacerdotes mayores de 65 años o con enfermedades que los coloquen entre las personas más vulnerables están dispensados de oficiar misas.
Ante esta nueva realidad, no deberán exponerse imágenes a la veneración pública que invite a tocarlas, no se llenarán las pilas de agua bendita, para evitar un posible foco de contagio.
En las oficinas parroquiales, se mantendrán todos los protocolos de sana distancia e higiene que se han estado observando a la fecha.
El ritual del bautismo tendrá cambios, al igual que las primeras comuniones, confirmaciones y bodas pues en tanto dure la pandemia, el número de personas que podrán acudir a estas ceremonias será limitado, los aspectos de imágenes y presencia se mantendrá al mínimo, no se organizarán eventos masivos y se invitará a los feligreses a cuidar cada aspecto de seguridad.
En el caso de las bodas, los contrayentes deberán notificar el número de personas que podrán acudir a la ceremonia, respetando siempre el 30 por ciento de aforo de cada iglesia. Los novios deberán disponer de gel antibacterial, ante cada aspecto del contacto durante la ceremonia.
En el mismo tenor, los padrinos de arras, lazo y ramo deberán guardar la distancia y el uso de gel antibacterial para desinfectar la entrega de sus ofrendas.