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Después de un largo proceso de nueve años, fue desalojado por orden judicial y en presencia de actuarios el Hotel La Vita é Bella en Tulum.
En el marco del desalojo fueron retirados del inmueble huéspedes y trabajadores, estos últimos señalaron lo injusto que es que de pronto lleguen y les dejen sin trabajo, mismo que sirve para sostener a sus familias.
Cabe mencionar que son cerca de 40 empleados los que fueron desalojados y quienes presenciaron el retiro del mobiliario del Hotel, iniciando con el restaurante y posteriormente el club de playa.
En el marco del desalojo, los abogados de la parte desahuciada, Silvia y Gino, identificados así por los trabajadores, tuvieron una discusión, uno evitando el cumplimiento de la orden judicial, y la otra parte, esgrimiendo la orden de un juez para proceder al desalojo.
La parte desahuciada intento presentar una serie de documentos a las actuarias que presenciaron el desalojo, sin embargo, éstas aparentemente se negaron a revisarlos más bien parecen haberse limitado a decir que para detener el proceso solo “Si hay un amparo firmado por un juez de distrito”.
El pleito por la propiedad recae, cuando el dueño original del Hotel lo vende, sin embargo, el predio estaba siendo dado en renta a unos italianos quienes al parecer dejaron de pagar la renta y quienes son los que fueron desalojados.
El proceso de desalojo se presenta luego de aproximadamente nueve años en los que los nuevos propietarios del hotel acudieron a cobrar la renta del inmueble a los inquilinos, mismos que parecen tener una deuda con los nuevos dueños, misma que no ha sido identificada.
Entre los abogados, uno de ellos dio a conocer que el centro de hospedaje se encontraba emplazado a huelga, hecho que se debe anteponer hasta resolver la situación con los trabajadores para llevar a cabo el desalojo, no obstante esa situación, se procedió a retirar todo el mobiliario del hotel.
Cabe señalar que el uso de la fuerza policíaca no fue necesario, ya que se permitió el paso del personal encargado del desalojo.
