“El que no cumplió no fue el infonavit, fue la entidad financiera Yavo Capital, ese es el culpable realmente”, afirmó el actual delegado de la Secretaría del Bienestar
Con información de Haz Ruido
Mérida, Yucatán, a 7 de enero de 2024.– El delegado en Yucatán de los Programas para el Bienestar, Rogerio Castro Vázquez, prácticamente se desentendió del caso de fraude de créditos de viviendas en Umán, Kanasín y Hunucmá que ocurrió cuando fungía como secretario general del Infonavit, pues señaló que son los trabajadores afectados quienes deben denunciar a la entidad financiera Yavo Capital, ya que esa dependencia federal no es la responsable.
Bajo la narrativa de la Cuatroté de que “no es corrupto” y que “no va a proteger a nadie”, el funcionario federal se lavó las manos diciendo que esa entidad financiera es la que no cumplió los contratos.
A finales de diciembre, un grupo de vecinos de los fraccionamientos Jerusalén y Zoola, de Umán; así como de Bosques y Luna Kin, de Kanasín y Hunucmá respectivamente, protestaron en la sede del Infonavit en Yucatán porque hasta el momento no les han entregado sus viviendas, a pesar de que les autorizaron los créditos desde hace tres años.
Al respecto, Rogerio Castro dijo que cuando era secretario general del Infonavit siempre atendió a esos trabajadores, pero al ser ellos los afectados en el fraude, son los que tienen que presentar las denuncias penales correspondientes.
“El que no cumplió no fue el infonavit, fue la entidad financiera Yavo Capital, ese es el culpable realmente”, precisó.
Al dar una larga explicación en su rueda de prensa de los lunes, se deslindó diciendo que es el Consejo de Administración del Infonavit el que autoriza los créditos a ese tipo de entidades financieras, por lo que la dependencia como tal no tuvo nada que ver.
“Yavo fue el que recibió el dinero de los trabajadores para construir las casas, pero al recibir el dinero al final no terminaron el proyecto (sic)”, dijo el actual delegado de la Secretaría del Bienestar.
Según Rogerio Castro, no había manera de que el Infonavit se enterara de esta irregularidad, ya que es la propia entidad financiera la responsable de supervisar que las constructoras levanten las casas.
“No hay manera de que se sepa que están cumpliendo, sólo hasta que la gente se queja. Ellos mismos se supervisan”, se excusó.
–¿No queda mal el Infonavit tratando con ese tipo de instancias fraudulentas? –se le cuestionó.
-Sí, por eso hacemos el llamado a los afectados a que denuncien, ya que no me toca a mí, pero si me tocara atenderlos, lo haré. Pero en este caso es una falta de la constructora y de la entidad financiera, ellos no están cumpliendo a la gente –indicó.
–¿Ustedes como Infonavit no tenían las herramientas para darse cuenta de que esa entidad financiera era fraudulenta? –se le cuestionó.
-Es que no había fallado (antes), pero nosotros no lo autorizamos, fue el Consejo de Administración- desentendió de nuevo.
Según Rogerio Castro, dicho Consejo está conformado por sectores, de los cuales, cinco de Sus integrantes pertenecen a la clase trabajadora, cinco representan a los empresarios constructores y cinco al Gobierno federal. En ese sentido, sostuvo que “cuando se juntan” empresarios y trabajadores promueven y autorizan este tipo de créditos.
–El Gobierno no es mayoría en el Consejo, son 10 contra cinco- se volvió a excusar.
–¿Nunca será culpa del Infonavit?
–No estoy diciendo que no sea culpable, lo que estoy diciendo que quienes son los responsables deben dar la cara, en esta caso la entidad financiera –enfatizó.
Rogerio Castro también declaró que, en su calidad de secretario general del Infonavit, no podía denunciar a Yavo Capital, pero que sí sugirió (sic) al área de crédito que lo haga.
Eso sí, informó que ordenó a las delegaciones que no autorizaran más créditos a esa entidad.
Por último, señaló que el proyecto era que dicha institución financiera construyera 330 casas aproximadamente en Umán, Kanasín y Hunucmá, pero afortunadamente lograron “parar” algunos créditos para que los trabajadores no las firmaran.
