Joan Serra Montagut, el catalán que causó destrozos en una cafetería del barrio de San Juan de Mérida, y amenazó de muerte a la barista encargada, quedó libre tras el pago de 21 mil pesos de fianza.
Estuvo recluido 11 días en el penal de Mérida, después de agredir e insultar a la empleada del establecimiento, además de aventar varias cosas del lugar.
Después de la audiencia en el Centro de Justicia Oral de Mérida (CEJOM) recuperó su libertad.
Cabe recordar que dicho sujeto estuvo encerrado en su casa, en el centro de la ciudad, desde el día de los hechos, lo que obligó a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) a solicitar una orden de cateo para cumplimentar la orden de aprehensión emitida el pasado 7 de marzo.
El caso se volvió viral en redes sociales toda vez que violento hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad de la cafetería.
La situación abrió el debate sobre el comportamiento de las personas foráneas que eligen a Mérida como su nuevo hogar.
Después de la audiencia, Ruth, la persona agredida, lamentó la decisión de las autoridades judiciales; esto dijo tras la liberación del extranjero que la violentó en cafetería de Mérida
“Buscaba justicia, ser la última mujer agraviada por este sujeto. Me esforcé un montón para ello”, expresó.
“La violencia de género es real, es tangible, no hay nada que la pueda justificar, aunque haya un discurso de que no hubo violencia de género, sí hubo violencia de género, Y hay mujeres que no ayudan a este proceso.
“Quería hacer hincapié que fue violencia de género, porque así fue, pero no…”.
Ruth fue cuestionada por los medios de comunicación acerca si su agresor le pidió disculpas, Ruth dijo que lo hizo, pero evidentemente porque era un requerimiento del proceso judicial, disculpas que no aceptó puesto que su discurso no fue satisfactorio.
“Se aprobó la medida alterna de seis meses. Hoy sale libre y las medidas alternas son durante seis meses y si las cumple se da carpetazo al asunto. (…)
Con estos hechos queda demostrada que la justicia se aplica sin perspectiva de género y dejar en la impunidad a un agresor que dada su conducta violenta, lo convierte en un potencial feminicida, peligroso para cualquier mujer, hecho que amerita castigo ejemplar.
En cuanto a las medidas impuestas por parte de la autoridad, Ruth, la joven agredida y amenazada de muerte por Joan S. M., dijo que no fue declarado culpable y que las medidas aplicadas implican una pausa en el proceso judicial.