En el marco de la Conferencia Anual de Delitos Financieros que se lleva a cabo en Cancún, la joven Karla de 23 años, subió al estrado para relatar su charla.
A los 12 años fue enamorada por un sujeto de 22 años, quien bajo la premisa el amor la convenció de trasladarse de Nicaragua a México para que tras tres meses de felicidad comenzara a ser prostituida en un bar de Tamaulipas al Servicio de “Los Zetas”.
La joven señaló que ese era modus operandi de los sujetos, buscar jóvenes de familias humildes, de bajos recursos para enamorarlas con promesas y regalos.
Y es que en su caso eso sucedió, mientras su madre trabajaba para darle cuanto podía, este sujeto le prometió el amor que no tenía en casa, la lleno de regalos y la trato con atenciones para luego enviarla a trabajar de prostituta.
El castigo por cometer un error era una paliza con cables, palos, cadenas, le llegaron a quemar con la plancha y otras cosas más que tuvo que soportar durante nueve años, incluso el aborto de sus gemelos y tener que prostituirse con 8 meses de embarazo.
Karla agregó que muchos quieren ayudarlas pero que el temor de meterse con el narcotráfico, con funcionarios influyentes y con el Gobierno pueden más que el deseo de apoyarlas.
Explicó que las jóvenes obligadas a prostituirse tenían que reportar ganancias diarias de 25 mil pesos y de mil 300 dólares de lo contrario, cuando dejaban de ser productivas eran trasladadas a una finca donde extranjeros pagaban mucho dinero por violarlas y matarlas.
El escapar de esta situación impulso a Karla a iniciar una campaña denominada “Hoja en Blanco”, en la cual la gente debe comprometerse a llenar una hoja de compromiso para ayudar a cualquier joven que atraviese por una situación como la que ella vivió.