miércoles , 8 octubre 2025
Ultimas Noticias
El Juego de la Jaula

EN MEMORIA A ELIZA YUTZAL Y ROBERTA

MÁS ALLÁ DEL DOLOR
POR JORGE GONZÁLEZ DURAN

Vivían en una humilde casa de la colonia Leona Vicario de la ciudad de Felipe Carrillo Puerto. Las dos niñas, gemelas, quedaron huérfanas, pero la madre, doña Bertha, no se doblegó. Sangre maya late en sus venas. Comenzó a vender pozole en el mercado y a trabajar de empleada doméstica de medio tiempo con familias del lugar, que apreciaban su entrega al trabajo, su honradez y su alegría. Siempre estaba dispuesta a dar más de lo que le pedían en el trabajo. Su motivación eran sus dos hijas adolescentes, buenas muchachas, dedicadas al estudio. Acompañaban a su mamá ya sea a vender al mercado o a sus trabajos de limpieza en las casas donde requerían y valoraban sus servicios.

Las gemelas eran estimadas por todos porque estaban dedicadas al estudio. Ya cursaban el tercer semestre de la preparatoria. Sus ropas modestas realzaban la dignidad de su origen, de la que ellas se sentían orgullosas. Sabían que la preparación era el único camino para salir adelante. Querían ayudar a su mamá. Sabían que ella trabajaba todos los días por ellas, y soñaban con darle una vida mejor.

Eliza era una adolescente normal, pero no descansaba, dividía su tiempo entre la escuela y en ayudar a su mamá. Una amiga de la familia me dijo: “Eli siempre estaba trabajando para ayudar a su mamá y para su escuela. Parecía una campanilla, siempre risueña y ayudando. La vamos a extrañar mucho. Doña Bertha hacía muchas cosas para levantar a sus dos niñas; vendía pozol, que ella misma hacía, por las calles y en el mercado y apoyaba a mi hermana en la casa”.

Eli tenía un novio de su misma edad, con el que casi siempre discutía. Doña Bertha se dio cuenta de esa anómala situación y se daba tiempo para estar al pendiente de la relación de su hija con el novio.

La noche de un jueves que jamás debió existir, el novio llegó y de inmediato comenzó a jalar de los brazos a la niña. La mamá se dio cuenta y salió a encarar al joven desquiciado.

-Aléjate de mi hija. No te queremos ver otra vez aquí.

El adolescente, ya fuera de sí, seguía jalando de los brazos a Eliza. Fue entonces cuando la mamá se acercó a defender a su hija . De improviso el energúmeno desenvainó un cuchillo y se les fue encima. Ambas recibieron cuchilladas en varias partes del cuerpo. Se desplomaron desangrándose. . El asesino huyó de inmediato, mientras los vecinos salía a tratar de darle alcance. Pero fue demasiado tarde.

Eliza y su madre fueron enterradas el sábado en Felipe Carrillo Puerto, en medio del dolor y la rabia de la población.

Pero hubo otra cuchillada moral. La Vice fiscalía de F. Carrillo Puerto distribuyó un boletín atribuyendo los asesinatos a un robo como móvil. Ya se enderezó el entuerto. Pero todavía faltar dar con el culpable.

Eliza ya está en la eternidad con su mamá, a la que siempre acompañó en sus diarias faenas para ganarse el pan de cada día. Ya está las dos juntas, más allá del dolor y las lágrimas. Doña Bertha dormirá para siempre abrazada de su hija Eliza, y desde el cielo estará cuidando a Jessy, la otra gemela, que no estará sola.

A pesar de su pobreza, en sus apellidos, Itzá-Cobá, llevan el abolengo de esta tierra. Honor a su memoria. Descansen en paz.

Texto tomado del muro de Jorge González Durán
Deja un comentario

Ver también

Carnaval Cozumel

Cancelan el Carnaval Cozumel 2021 por la pandemia

COZUMEL.- El presidente municipal de Cozumel, Pedro Joaquín Delbouis, dio a conocer que por unanimidad …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *