Mérida, 8 de agosto, 2025.- Yucatán alcanzó el primer lugar nacional en participación electoral con 71.4% durante el proceso 2024, impulsado principalmente por municipios indígenas donde las mujeres votaron 8.3% más que los hombres, según reveló el Estudio Muestral de Participación Ciudadana 2023-2024 presentado por el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Jaime Rivera Velázquez, en la sede del organismo en Mérida.
Los distritos electorales con cabeceras en municipios considerados indígenas ocuparon los primeros lugares nacionales de participación: Progreso registró 80.8% posicionándose en primer lugar nacional; Valladolid alcanzó 78.9% para el segundo sitio, mientras que Umán con 76.2% se ubicó en cuarto lugar, cifras que contrastan con el promedio nacional histórico de 40% de abstención.
«Los datos revelan que las comunidades indígenas, contrario a lo que tradicionalmente se piensa sobre marginación política, muestran estructuras de movilización ciudadana más efectivas que los centros urbanos tradicionales», señaló Rivera Velázquez durante la mesa de análisis, donde destacó que este fenómeno no es nuevo pero sí determinante para entender los niveles históricos de votación en la entidad.
Organización comunitaria impulsa participación electoral
El análisis detallado mostró que en los tres distritos mencionados, catalogados como municipios indígenas, la organización comunitaria y las redes sociales tradicionales jugaron un papel fundamental en la movilización electoral, superando por más de 20 puntos porcentuales el promedio nacional de participación y estableciendo un precedente para futuras estrategias de promoción del voto.
La brecha de género favorable a las mujeres en 8.3 puntos porcentuales representa otro hallazgo importante del estudio, particularmente notable en las comunidades indígenas donde las mujeres han asumido roles cada vez más activos en la vida política local, rompiendo con patrones históricos de participación electoral dominados tradicionalmente por votantes masculinos.
Rivera Velázquez recordó que Yucatán fue pionero al ser el primer estado en utilizar la credencial para votar con fotografía en 1993, lo que generó una cultura de participación electoral arraigada. Sin embargo, enfatizó que el fenómeno actual trasciende este antecedente histórico y se vincula directamente con las dinámicas sociales específicas de las comunidades indígenas y su capacidad de organización colectiva.
El estudio, que analizó también tendencias nacionales desde 1946, cuando la abstención alcanzó 59%, hasta los procesos intermedios de 2003 con 60% de ausencia en las urnas, posiciona a Yucatán como un caso de estudio para comprender cómo factores socioculturales, particularmente en poblaciones indígenas, pueden revertir las tendencias nacionales de abstención electoral que han preocupado a las autoridades electorales durante décadas.