Pobladores de este municipio que reclamaban al presidente municipal Leonel Rosado Mena, explicaciones sobre el supuesto tráfico de tierras a un consorcio, fueron violentamente reprimidos por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública.
Rosado Mena, ante la insistencia de los ciudadanos por recibir explicaciones acerca de la venta de los terrenos, acabó refugiándose en el palacio municipal; intervinieron los policías estatales para rescatar al munícipe, lo que desató una oleada de pedradas, proyectiles, y el uso de gas pimienta, lacrimógeno y balazos., resultando heridos tanto pobladores como policías.
Disgustados ciudadanos, ante el enfrentamiento con los policías, voltearon dos unidades policiacas, además de lapidar la sede del ayuntamiento y quemar una palapa.