Como inviables y carentes de sustento técnico, económico y social, consideró el ex presidente del Colegio de Arquitectos de Yucatán, Antonio Peniche Gallareta las propuestas de algunas asociaciones que apoyan la reducción de los espacios interiores de las viviendas que permita su aplicación en el reglamento de Desarrollo Urbano del Municipio de Mérida.
La delegación de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda, (CANADEVI), lleva algunas semanas tratando e impulsar un reglamento de Construcción de Mérida, en la que se incluiría la reducción de las casas en desarrollos habitacionales populares.
El arquitecto Peniche Gallareta, hizo la aclaración que la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), instancia federal encargada de la política de vivienda, no exige tamaños más reducidos de casas, y acepta solamente las que autoriza el Reglamento Local; el especialista en temas de urbanismo subrayó que en los reglamentos de Kanasín y Umán se contemplan las mismas condiciones y tamaños de viviendas que en Mérida, ya que exige igualmente 12.25 m2 como medidas mínimas en las recámaras, lo que echa abajo los argumentos de la CANADEVI.
Asimismo, consideró que el excesivo precio de la tierra para zonas habitacionales en la localidad, es el principal problema al que se enfrenta esta propuesta que será discutida en el cabildo de esta ciudad.
“La gran mayoría de la tierra disponible en Mérida, es muy cara y los terrenos subsidiados fueron ya vendidos” subrayó.
El especialista recalcó la necesidad de que puedan instaurarse políticas públicas enfocadas a una planeación estratégica, tanto en Mérida como en zonas conurbadas, para un desarrollo urbano adecuado en el corto y mediano plazo.
La propuesta impulsada por la delegación local de la CONADEVI parece que no tendrá buen puerto, pues de manera pública los regidores del Partido Acción Nacional (que son mayoría en el cabildo) han afirmado que no darán su aval para la modificación al reglamento.
Esperemos con buena fe que los regidores de todos los partidos echen por tierra esta propuesta, ya que serían en verdad humanamente inhabitables estas viviendas con dichas nuevas y reducidas medidas, en las que sería imposible colgar una hamaca, amén del clima nuestro tan cálido, que haría literalmente un horno de estas minicasas.