Las investigaciones del arqueólogo Ángel Góngora Salas, señalan que la ciudad de Mérida no fue fundada sobre la antigua capital maya de Ichkaantijoo, como comúnmente se piensa, ya que esta se encontraba ubicada en la zona de Dzibilchaltún, por lo que la historia prehispánica podría dar un giro importante.
El especialista presentó sus teorías durante su participación en el V Simposio sobre Patrimonio Cultural en Mérida, surgidas de las investigaciones en la capital yucateca, las cuales fueron documentadas en su libro “Joo Ajaulel, El reino de Joo Ichkaantijoo”.
En su exposición explicó que el lugar donde se fundó Mérida perteneció al antiguo territorio del reino de Joo, el cual tuvo su centro principal en Dzibilchaltún, según consta en los textos de la época colonial y en el desciframiento del glifo emblema de esa zona.
“Se puede concluir que la capital maya es la misma a la que refieren los documentos antiguos como Ichcaanzihoo, nombre original que actualmente es señalado como Dzibilchaltún”, aseveró; basado en los resultados planteó la manera en que pudo estar conformado territorialmente el norte de Yucatán en la época del clásico tardío.
Manifestó que aún no se conocen los límites del territorio de Joo, manera correcta en que se denomina esta zona de la entidad, pero se sabe que abarcaban hasta la costa norte y posiblemente hasta Acanceh.
Añadió que precisamente donde se ubica Mérida fue un paraje que perteneció al reino de Joo y sería a través de la alianza con la dinastía maya de los Can, que se acuñaría el término Ichkaantijoo.
El arqueólogo Góngora Salas, actualmente se desempeña como investigador en arqueología del Centro INAH- Yucatán.