Una bolsa de 2 millones 645 mil pesos aportados por los gobiernos estatal y federal, serán los destinados a los 90 proyectos aprobados y relacionados con la preservación, rescate y promoción de nuestras tradiciones, por el Programa de Desarrollo Cultural (PDCM) 2015.
Los participantes en este programa, son agrupaciones y beneficiarios provenientes de 15 municipios; Celestún, Chacsinkín, Chichimilá, Cuzamá, Kanasín, Kopomá, Peto, Sucilá, Tecoh, Tixkokob, Telchac Puerto, Umán, Valladolid, Yaxkukul y Yobaín, informa el Gobierno de Yucatán.
Roger Metri Duarte, titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, (SEDECULTA), durante su participación en la Segunda Comisión Estatal de Consejos Ciudadanos, resaltó la participación de las alcaldías involucradas e invitó a sus representantes a encausar esfuerzos de este programa en beneficio de sus habitantes.
“Las propuestas que esta mañana se seleccionen deberán priorizar las necesidades que se detecten en el terreno de acción de cada población. Es la gente quien debe indicar a la autoridad las estrategias para seguir descentralizando la producción artística del estado”, complementó.
El coordinador de Vinculación de la Zona Sur de la dependencia federal en la materia, Felipe de Jesús Hernández Rubio, celebró que el análisis y validación de las 93 propuestas se haya basado en el fortalecimiento del entramado social.
“Es importante que se aprovechen los recursos de esta inversión tripartita para dotar de infraestructura y capacitación a niños, jóvenes y adultos que viven en una tierra tan rica historia étnica que merece transmitirse a las nuevas generaciones”, precisó.
En su momento, el director de Desarrollo Cultural y Artístico de Sedeculta y también secretario Técnico de la referida Comisión, Alejandro Pérez López, comentó que los planes aprobados impactarán directamente a más de dos mil 100 yucatecos.
El presupuesto contemplará la exposición pictórica “Valladolid a través de los ojos de los niños”, el acondicionamiento de un salón para la práctica del baile en Sucilá, un taller de urdido de hamacas llamado Waak’káan en Chichimilá y la restitución del vitral en honor a Nuestra Señora de la Consolación, también en dicho municipio, por citar algunos.